21 April 2007

Alter ego




Desde Platón, desde aquellas proyecciones tan humanas de la divinidad en la Grecia y la Roma clásicas, hemos querido ser otros. No es nuevo. El delirio no se pronosticó ayer, ni el deseo comenzó a viajar de la piel a los cerebros de la gente hace dos días. Tampoco es casual que las religiones monoteístas nos ofrezcan como recompensa otra existencia. Un cielo. Un mundo perfecto. El gran cambio, la gran novedad, es que hoy, esa posibilidad de vivir otra vida ha penetrado en nuestras casas. ¿Está dentro de las pantallas del ordenador?

Esos mundos que crean realidades virtuales en la Red han conquistado a decenas de millones de internautas en todo el mundo. ¿El secreto? Les arrancan con una simple conexión de todas las vidas que no les gustan, les facilitan la comunicación que son incapaces de establecer en la calle o en sus trabajos con criaturas semejantes a ellos. Como le pasa a Jason Rowe, que sustituye su incómoda mascarilla de oxígeno y los apoyadores donde hace reposar sus brazos atrofiados debido a una seria discapacidad que le mantiene en silla de ruedas y conectado a alguna máquina por algo mucho más excitante: la armadura al más puro estilo Robocop de su personaje Rurouni Kenshin, el avatar (su otro yo virtual) en sus juegos on line.

Cooper y Tracy Spaight, que ha escrito el texto de Alter ego, han comprobado esta afirmación de Jason Rowe por los cinco continentes a lo largo de cuatro años de trabajo. Donde más proliferan los aficionados a estos juegos es en el Extremo Oriente. Allí existe auténtica locura. "En China hay hasta publicidad de World of Warcraft (un sitio que cuenta con ocho millones de jugadores) por todas partes", afirma Cooper. Así han encontrado gente de todo tipo que se refugia en esta nueva dimensión, realidad, mundo? "Será la forma de entretenimiento del siglo XXI", asegura Spaight. Incluso van superando en alguna franja a los espectadores de televisión. "Los programadores de las cadenas no saben qué hacer ya para recuperar la audiencia de entre 18 y 35 años", afirma rotunda la coautora del libro.

Pero ¿quién juega? Pues todo el mundo. Más que riesgo, es entretenimiento. Es ficción al alcance de la mano. Jugar a ser Dios con el poder de un click en el ratón. Eso, experimentar dicha sensación a diario, puede ser tan fuerte que, aunque te dejes los ahorros en ello, te puede resultar barato. Alter ego prueba esa masificación con fotografías de gente normal y de otros incapaces de comunicarse con el exterior. Desde amas de casa, como Charmaine Hance, británica que junto a sus tres hijos juega a reconvertirse en Jova Song, una estilizada y erótica criatura que recibe cantidad de piropos en la Red, hasta religiosas como Lucy Winkett, pastora anglicana que se transforma en Canon Lucy Winkett, una glamourosa predicadora que imparte la doctrina por esos mundos que son de otros dioses.




Hay diferentes grados de lo que Suárez llama "perversión" en cada juego. Para él no hay que verlo como un sustituto del cine, ni de la literatura. Para él, los juegos de realidad persistente pueden marcar un nuevo estado de evolución en el hombre. No parecen reales, no imitan, no fingen nada alternativo, ni siquiera están en otra dimensión. "Es que son mucho más: son reales. ¿Hay algo más real que el dinero? Cuando alguien está dispuesto a dejarse una pasta en estas cosas, con lo cicateros que somos, es que realmente cree que hace algo real", añade Gonzo. Incluso alteran el orden, el tiempo, el espacio que conocemos dentro de esa convención que identificamos como realidad. "Puedes ir a cualquier parte sin moverte de tu habitación".
Con respecto a la literatura, también son diferentes para este creador informático. "Los escritores te invitan a compartir su punto de vista; aquí, tú lo creas, y quienes te contemplan tienen el suyo propio también". Aunque no deja de guardar similitudes con la evasión literaria. Los delirios que creó Cervantes para el Quijote pueden pasar por cuerdos hoy por medio de cualquier avatar; el deseo que Oscar Wilde trasladó a su personaje Dorian Gray está ya en el reflejo de ese nuevo espejo que nos devuelve el ordenador.

Y puede hacernos más felices. Como a Kimberly Rufer-Bach, que un día de junio de 2004 decidió entrar a formar parte de la comunidad de Second Life. Primero se convirtió en Kim Anubis, luego creó dentro su propia compañía, The Magicians (los magos), porque dentro puedes formar empresas, compañías, universidades.
También este mundo puede usarse para provocar, para divertirse. Francisco Bruno lo hace. "A veces emborracho a mi superhéroe, hay gente que puede elegir ser mendigo, ¿por qué no?". Es raro porque lo lógico es proyectarse en superhéroe con superpoderes. El exhibicionismo. "Casi siempre hay un componente exhibicionista, pues los participantes se exponen en público a sí mismos, incluyendo sus emociones, deseos y pensamientos más íntimos, aunque lo hagan de una forma anónima y engañosa", asegura Rojas Marcos. "Ésa es una clave fundamental, mostrarte, que te vean", afirman Bruno y Suárez, que han probado y están al tanto de las páginas más punteras. Desde Second Life, que Gonzo Suárez califica como de las menos atractivas, hasta World of Warcraft, EverQuest, El diablo II, Guild Wars, y juegos como Soulcalibur. "En éste es tu honor el que está en entredicho, y que te maten realmente afecta a la autoestima", dice Bruno.


2 Comments:

Anonymous said...

Esto de 2nd life o alter ego está muy bien como juego de dobles, triples o más personalidades. En el fondo es un recreo del estado anímico ante un espejo virtual. Curioso y atrevido.
Me haré uno, a ver qué pasa...

¡Click!

alberto said...

Yo me hice uno hace como un año o así un día que había leido algo sobre second life un una revista y la verdad es que dure 20 minutos. Creo que second life es interesante para la gente que tiene una first life de la que quiere escapar o una que no responde a sus deseos y e la red puede ser quien de verdad quiere ser o como puede ser sin que el contexto(familia, economía, país...) le limite.
Es la democracia absoluta ya que al nacer nadie te pregunta como quieres nacer ni puedes elegir nada y en second life naces ya tal y como quieres. Esto es internet 2.0